Basada en el cuento “La hora menguada” del prestigioso y reconocido novelista venezolano Don Rómulo Gallegos.
La amargura y la frustración de dos hermanas atrapadas en una desesperada relación de amor y odio. Menguada la hora, adaptación hecha por César Rojas del cuento “La hora menguada” escrito por Rómulo Gallegos en 1919, nos enfrenta a un drama de dos mujeres a principio de siglo que esperan interminablemente, por el hijo que ya nunca regresará. Viejas y arrugadas aguardan inquietas, infelices en un escandaloso silencio que abruma.
Elenco: Marcela Santanocito y Jesús Gómez
(2008- 2009)
Titi Suarez y Valeria Leiva
(2007)
Escenografía y vestuario: Verónica Rey / Diseño de iluminación: José Luis Calvo /Diseño de sonido: Gustavo Cornillon /Diseño grafico: Ramiro Sáenz / Producción: QuArT A PaReD /Asistencia de dirección: Mariela Gualtieri/ Fotografía: Martín Castillo Morales / Carlos Foucault / Elina Tineo /Co- dirección: Roberto Giovanetti /Dirección General: Jesús Gómez Esta obra se presentó en el mes de octubre- noviembre del 2007 en el XXXII Festival Internacional de Teatro de Oriente- Barcelona- Venezuela, XXII Muestra de Teatro de Cantaura, Edo. Anzoátegui y “CREA JOVEN 2007” II Encuentro Nacional e Internacional de Jóvenes Creadores de las Artes Escénicas de Caracas- Venezuela. Con el auspicio de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Argentina.
TEMPORADAS :
TEMPORADAS :
Marzo-Mayo 2009- Teatro La Ranchería, México 1152
Abril- Junio 2008- Teatro Tadrón Niceto, Vega 4802
Mayo- Junio 2007- Teatro Beckett, Guardia Vieja 3556
Marzo- Abril 2007- Sala Escuela de Arte Dramático de la Ciudad de Buenos Aires- EMAD Jufré 151
CRITICAS:
CRITICAS:
Menguada, la hora Eludir el lugar común Pieza con dramaturgia de César Rojas y dirección de Jesús Gómez En la obra Menguada, la hora de César Rojas, con dirección de Jesús Gómez, el tratamiento escénico mantiene en vilo una historia en la que rápidamente se descubren sus entremeses.El dinámico y energético juego actoral, y el acierto de Gómez en jugar con tiempos cronológicos y con geografías, hacen que la pieza eluda eficazmente una marcada tendencia a estereotipos que campea en su trama.Al borrarse los limites temporales y de lugar, los personajes salen de encasillamientos, y así muestran sus distintas facetas.Las actuaciones del mismo Gómez y de Marcela Santanocito, aúnan un claro delineamiento de sus personajes, con una gran entrega. Se percibe un muy buen equilibrio entre la sutileza (miradas, silencios) de Santanocito, y la enjundia de Gómez.La escenografía –diseñada por Verónica Rey- fluctúa entre la volatilidad de los límites, y la solidez de los elementos que utiliza. En cambio el vestuario –de la misma Rey- no logra el mismo juego de la escenografía y ata temporalmente la pieza, restándole un interesante juego.Menguada, la hora, es un ejemplo de cómo un buen trabajo de dirección puede encontrar nuevos rumbos a caminos ya trillados.
GABRIEL PERALTA
Menguada, la hora de César Rojas - por MECHE MARTINEZ
Dos personajes que cuentan algo más que una historia. Las diferencias se hacen sutiles ante una puesta inteligente, creativa y rápida. La historia muestra la mentira, el engaño y la soledad. Un tercer personaje ausente tan presente que se vuelve necesario y está aunque no se lo vea. Saltos de tiempo que marcan el paso de los años. Impecables juegos corporales que les marca un ritmo especial y bello. El uso de los objetos como títeres de la historia, en todo lo que significa la palabra títeres, dieron un toque más en la suma de virtudes de esta pieza teatral. Un cuento que deja claro que ´el dolor se arrastra´ y que esta obra es una excelente propuesta".
REVISTA ABRÍ:
(2007)
Dos hermanas aferradas a los viejos resentimientos ven pasar la vida desde la ventana esperando el regreso de “el hijo”. Este hijo es el fruto del engaño que Amelia le hace a Enriqueta con su marido, el fruto del arrebato que Enriqueta le hace a Amelia negándole la maternidad. Este hijo es la excusa de un odio corrosivo, de un lazo innegable. Los recuerdos de la infancia vuelven una y otra vez para terminar de plasmar el cuadro dramático de Menguada, la hora.Las actrices logran entrar en el juego del tiempo y plasman en el espacio una verdadera complementación y enriquecen cada detalle de la puesta con excelente ductilidad.Una puesta lúcida, de contundentes climas y un muy buen trabajo de utilería, escenografía y vestuario.
Critica (2009)
Creo que es la primera vez que publicamos dos comentarios de una misma obra. En este caso, la primera vez lo hicimos en junio del 2007. Evidentemente al director le gustó mucho, porque no sólo la repone con otro elenco sino que él mismo hace uno de los papeles.En aquella oportunidad, Gilda Sosa (que fue quien la fue a ver) dijo: Dos hermanas aferradas a los viejos resentimientos ven pasar la vida desde la ventana esperando el regreso de “el hijo”. Este hijo es el fruto del engaño que Amelia le hace a Enriqueta con su marido, el fruto del arrebato que Enriqueta le hace a Amelia negándole la maternidad. Este hijo es la excusa de un odio corrosivo, de un lazo innegable. Los recuerdos de la infancia vuelven una y otra vez para terminar de plasmar el cuadro dramático de “Menguada, la hora”. (…)Una puesta lúcida, de contundentes climas y un muy buen trabajo de utilería, escenografía y vestuario.Aunque yo no haya visto aquella versión, me animo a decir que debe haber mejorado, como un vino al que el tiempo le proporciona más respaldo y un sabor más profundo. Puedo agregar algo más: en la puesta, es muy interesante el tratamiento que se le da a la temporalidad. Y las actuaciones, muy buenas.
Elio Kohaj
ENTREVISTAS:
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